Un zeppelín de casi 5 m dirigido por control remoto se encargaba de tomar imágenes del evento. Éstas, a su vez, eran proyectadas en la pantalla del cine causando el asombro y la admiración de montones de chavales, los cuáles saltaban entusiasmados al paso del dirigible, deseando aparecer en pantalla.
Desde aquí queremos darles las gracias a Enrique y a Itziar por haber confiado en nosotros. También queremos felicitar a toda la gente de Things Happen por el espectacular ambiente conseguido.